Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!

Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica

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Fred R. Coulter

Ministro

Diciembre 15, 2023

 

Queridos hermanos,

 

          Los problemas económicos siguen asolando a Estados Unidos—inflación galopante, el posible colapso del dólar debido a nuestra enorme deuda (33 billones de dólares y contando), la posibilidad de afrontar otra guerra si China decide apoderarse de Taiwán, etc. Así que hace cinco meses tomamos la decisión de pedir más Biblias. Hicimos esto por temor a que se produjeran grandes desastres que impidieran que se imprimieran más Biblias en China—o que no hubiera suficiente dinero para hacerlo. Este año, Dios ha proporcionado suficiente dinero para que podamos imprimir 6.000 Biblias más, así como 2.500 copias de nuestro nuevo Interlineal griego-inglés.

          Como resultado, ahora tenemos muchas Biblias—un total de 10.000, que ya están pagadas. Entonces puede ahora solicitar Biblias adicionales sin costo alguno para usted. Si necesita una Biblia nueva, puede solicitar una. Tenemos muchas Biblias segunda edición de piel de oveja.

          Más importante aún, tenemos suficiente para que pueda ordenar copias para hermanos que conozca que están en otras iglesias de Dios. Puede pedir hasta una caja de 8 a la vez. De esta manera estamos ayudando a los hermanos de la CBCG, así como a los hermanos de otras iglesias de Dios. En este momento podemos proporcionarles Biblias a usted y a ellos sin costo alguno. Así que entregue estas Biblias a los hermanos que las usarán—después de todo, ¡las Biblias almacenadas en un almacén no benefician a nadie!

          Como mencioné, acabamos de terminar un proyecto de casi siete años de producción de un interlineal griego-inglés. Nos basamos en el Interlineal de George Ricker Berry (en dominio público), que utilizó el texto griego recibido del Nuevo Testamento. Se ha demostrado que el texto griego recibido es el texto griego más preciso del Nuevo Testamento.

          Volvimos a ingresar todo el texto griego en letra grande y negrilla, para que sea fácil de leer. También se hizo más grande la traducción al inglés de Berry directamente debajo del texto griego. También reorganizamos los libros en el orden original del manuscrito. En la columna exterior, Berry usó la KJV—que reemplazamos con el Nuevo Testamento de La Santa Biblia en Su orden original. Finalmente, hicimos el tamaño de página 8,5 por 11. Nuestro más sincero agradecimiento a John (fallecido el 18 de octubre de 2021), Hiedi y Timothy Vogele por su diligente trabajo durante los últimos siete años en la producción de este Interlineal. Hicimos imprimir 2.500. Es un libro grande y hermoso—la cubierta es de poli piel de vinilo negro con el título estampado en letras doradas y los bordes de las páginas están dorados en oro. Nuevamente, todos estos están pagados. No todo el mundo deseará una copia de este Interlineal, pero aquellos que sí lo deseen también será provista sin costo alguno.

          Este Interlineal será una guía útil incluso para aquellos que saben poco sobre el griego bíblico pero quieren estudiar el Nuevo Testamento más profundamente. Estas dos ayudas de estudio le ayudarán a buscar palabras griegas, especialmente verbos y participios. Uno es Una guía de análisis del Nuevo Testamento (por Nathan E. Han) para comprobar verbos y participios. El segundo es El diccionario revisado del griego analítico (por Harold K. Moulton), que cubre todas las palabras griegas. Estos deben solicitarse por separado de otras fuentes en línea.

          Lo que sigue es un ejemplo de cómo un análisis detallado del griego puede arrojar un significado más preciso. El versículo en cuestión es Apocalipsis 13:15. Al traducir originalmente el Nuevo Testamento, perdí este versículo en particular relacionado con la palabra griega pnuema (espíritu).

 

Un estudio de Apocalipsis 13:15

 

          Apocalipsis 13 contiene las profecías de las dos Bestias venideras del fin de los tiempos. La primera es el “Sistema de la Bestia”—el cual es “Nuevo Orden Mundial” por venir o “Gobierno Mundial”. Satanás dará su poder y autoridad a este sistema y a su líder físico, también llamado la “Bestia” (Apocalipsis 13:1-10). El apóstol Pablo escribe que el hombre que dirige este gobierno mundial también es llamado el “hijo de perdición”—que entra al Templo en Jerusalén y se declara ser “Dios” (II Tesalonicenses 2:3-12).

          Hay una segunda Bestia que “parece un cordero, pero habla como un dragón”—siendo el dragón Satanás el diablo: “Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia delante de él; y hace a la tierra y a aquellos que viven en ella adorar a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. Y desempeña grandes maravillas, así que incluso hace bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de los hombres. Y engaña a aquellos que viven en la tierra por medio de maravillas que le son dadas para desempeñar a la vista de la bestia, diciendo a aquellos que viven sobre la tierra que deberían hacer una imagen [un gran ídolo] para la bestia, la cual tenía la herida de la espada, y aun así estaba viva” (Apocalipsis 13:12-14).

          El verso 15 dice: “Y le fue [A la segunda Bestia] dado poder para dar un espíritu [vida en RV] satánico a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también pudiera hablar”. Las palabras griegas traducidas “dar vida” son dounai. pneuma, que en realidad significa "dar un espíritu".

          La palabra griega pneuma se traduce en todo el Nuevo Testamento como espíritu Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu”—es decir, “Dios es un ser espiritual”. En otros lugares, pneuma se usa de diversas maneras: Espíritu de Dios, Espíritu de Cristo, Espíritu Santo. A los ángeles se les llama “espíritus ministradores”. La Biblia revela que también hay espíritus inmundos, espíritus malignos y espíritus demoníacos.

          Hay  lugares donde pneuma no se traduce espíritu. 1) Juan 3:8, el único lugar donde pnuema se traduce como “viento”; 2) Apocalipsis 13:15 en la RV donde se traduce “aliento”; y 3) en el Interlineal de Berry, donde pneuma se traduce una vez como "aliento".

          En toda la Biblia, sólo Dios puede dar vida. A todos los humanos Dios les da el “espíritu del hombre” en el momento de la concepción; al morir, ese espíritu regresa a Dios (I Corintios 2:11; Santiago 2:26; Eclesiastés 12:7).

          En relación con la conversión, después de que una persona es bautizada y recibe la imposición de manos, Dios el Padre le da el Espíritu Santo (del griego pneuma higion, literalmente “Espíritu Santo”) como arras de vida eterna en cada santo engendrado por Dios.

          Con respecto a la resurrección y la vida eterna, en el Evangelio de Juan se registra que Jesús dijo que sólo el Padre y Jesús Mismo tienen el poder de dar vidafísicay “vida” eterna. Juan cita a Jesús: “Porque incluso como el Padre levanta los muertos y da vida, en la misma forma también, el Hijo da vida a quien Él quiere” (Juan 5:21). En griego, “da vida” es una sola palabra compuesta, zo-opoiei, que literalmente significa “vivificar”.

          La palabra zo-opoiei no se usa en Apocalipsis 13:15. Más bien, las palabras griegas utilizadas son dounai, "dar", y pneuma, "espíritu" o "un espíritu". Por lo tanto, no se puede traducir “dar vida”, ya que pneuma siempre se traduce espíritu. Entonces esta frase significa literalmente “dar un espíritu”. El griego pneuma no se traduce como vida o aliento en ningún lugar del Nuevo Testamento, excepto en Apocalipsis 13:15 en la RV, Berry y algunas otras traducciones.

          De hecho, espíritu y vida son palabras separadas, aunque trabajan juntas para sostener la vida, tanto física (el espíritu del hombre) como espiritual (el Espíritu de Dios). Note lo que dijo Jesús: “Es el Espíritu [de Dios] el que da vida [zo-opoiei]; la carne en nada beneficia. Las palabras que les hablo, son espíritu [pneuma] y son vida [zoe]” (Juan 6:63).

          CONCLUSIÓN: Dado que sólo Dios el Padre y Jesucristo pueden dar vida, podemos concluir con razón que no es posible que un hombre inspirado por Satanás—el “falso profeta”—dé “vida” o “aliento” a un ídolo de la Bestia, para que pudiera hablar. Entonces, ¿qué es lo que el “falso profeta” le da al ídolo de la Bestia para que hable? La respuesta se encuentra en comprender los poderes y habilidades de Satanás el diablo—y de los espíritus inmundos o demoníacos.

          LOS PODERES DE SATANÁS EL DIABLO: Satanás puede hablar. Habló con Adán y Eva (Génesis 3). Habla con Dios (Job 1-2). Habló con Jesús cuando lo tentaba, y Jesús le respondió (Mateo 4; Lucas 4). También acusa a los santos día y noche delante de Dios (Apocalipsis 12:10). Satanás es el padre de la mentira (Juan 8:44). Él tiene el poder de engañar a la gente—de hecho, al mundo entero (Apocalipsis 12:9). Tiene el poder de inspirar a la gente a mentir (Hechos 5:3; Juan 13:2). Tiene poder para poseer a la gente (Juan 13:27). Él tiene el poder de proyectar pensamientos y actitudes de pecado en los corazones y las mentes de las personas, para causarles la lujuria y el pecado (Efesios 2:1-3).

          LOS PODERES DE LOS DEMONIOS—ESPÍRITUS INMUNDOS: En los relatos de los Evangelios, encontramos que los demonios o espíritus inmundos pueden poseer a las personas. Pueden hablar—Jesús habló con ellos en ocasiones (Mateo 8:28-34; 9:32-33; Marcos 9:17-27). Los demonios pueden traer otros demonios y apoderarse de un hombre, de modo que su fin sea peor que al principio (Lucas 11:24-26).

          Satanás es el príncipe de los demonios y gobernante de este mundo (Juan 14:30) y dios de este siglo (II Corintios 4:4). Además, existe una jerarquía de demonios, y gobiernan en lugares elevados en toda la sociedad humana (Efesios 6:12).

          UNA TRADUCCIÓN MÁS PRECISA DE APOCALIPSIS 13:15: Ahora que entendemos los poderes de Dios y los poderes de Satanás y los demonios, podemos determinar una traducción más precisa de Apocalipsis 13:15.

          Sabemos que el “falso profeta” habla como un dragón. Para poder realizar milagros y maravillas, debe estar inspirado por Satanás e indudablemente poseído por un demonio poderoso. Con ese entendimiento, podemos concluir que él no puede mandar ni dirigir espíritus justos o ángeles. Esto significa que el pneuma o espíritu que el “falso profeta” le da a la imagen de la Bestia no puede ser un espíritu o un ángel de Dios. Por lo tanto, el único “espíritu” o pneuma que el “falso profeta” puede darle a la imagen del ídolo de la Bestia es un espíritu demoníaco o satánico—uno que puede hablar para engañar a la gente del mundo.

          Por lo tanto, una traducción más precisa de Apocalipsis 13:15 es esta: “Y le fue [al “falso profeta”] dado poder para dar un espíritu satánico a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también pudiera hablar; y hacer que todo el que no adore la imagen de la bestia sea muerto”.

          Esta traducción está más de acuerdo con el significado real del griego. Además, encaja en el contexto de Satanás obrando a través de estas dos Bestias como se describe en Apocalipsis 13.

 

          Debemos continuar sirviendo a los hermanos y predicando el Evangelio: A medida que nos acercamos al próximo año, debemos recordar que Jesús comenzó Su ministerio “proclamando el Evangelio del Reino de Dios y diciendo: “El tiempo ha sido cumplido, y el reino de Dios está cerca a la mano; arrepiéntanse, y crean en el evangelio” (Marcos 1:14-15). Todo el mensaje de los cuatro Evangelios define para las iglesias de Dios lo que debemos predicar y enseñar continuamente.

          Cada uno de nosotros tiene un papel en la predicación del Evangelio del Reino de Dios, a través de nuestra vida como “luz para el mundo”, así como mediante nuestra participación en nuestra iglesia local. Jesús prometió: “Y este evangelio del reino será proclamado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y luego vendrá el fin” (Mateo 24:14). Sin entender lo que estaba sucediendo en las iglesias de Dios, muchos ministros y hermanos han pensado que esta advertencia quedaría en manos de los dos Testigos. Si bien es cierto que ellos harán una obra tremenda, nunca debemos asumir que podemos sentarnos y relajarnos y no predicar el Evangelio, dejándolo en manos de los dos Testigos. Hacerlo sería un gran abandono de nuestro deber ante Dios.

          Pablo entendió que tenía la responsabilidad dada por Dios de predicar el Evangelio, como explicó a los corintios: “Porque aunque predico el evangelio, no hay razón para mí de jactarme porque una obligación ha sido puesta sobre mí. Y ¡ahí de mí, si no predico el evangelio! Porque si hago esto voluntariamente, tengo una recompensa; pero si hago esto contra mi voluntad, he sido confiado con un ministerio” (I Corintios 9:16-17).

          También entendió que su ministerio era una mayordomía de Dios, un encargo sagrado que Dios le había confiado: “[C]ada hombre considérenos como ministros de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Más allá de eso, es requerido de los administradores que uno sea encontrado fiel” (I Corintios 4:1-2).

          Todos debemos ver nuestro llamado de la misma manera—una mayordomía, un llamado de fidelidad—porque Dios el Padre y Jesucristo han elegido personalmente habitar en nosotros a través del poder del Espíritu Santo. Por lo tanto, mientras vivimos en el mundo, no somos parte del mundo. Este hecho es especialmente evidente durante la temporada festiva mundana llamada “Navidad”.

          No debemos ser partícipes de las costumbres y religiones del mundo. Pablo advirtió sobre esto cuando escribió: “No se unan desigualmente con incrédulos. Porque ¿qué tienen en común la justicia y la ilegalidad? Y ¿qué compañerismo tiene la luz con la oscuridad? Y ¿qué unión tiene Cristo con Belial? O ¿qué parte tiene un creyente con un incrédulo? Y ¿qué acuerdo hay entre un templo de Dios y los ídolos?

          “Porque ustedes son un templo del Dios vivo, exactamente como dijo Dios: “Viviré en ellos y caminaré en ellos; y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo. Por tanto, salgan de en medio de ellos y sepárense,” dice el Señor, “y no toquen lo impuro, y Yo los recibiré; y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán Mis hijos e hijas.’… Ahora entonces, amados, ya que tenemos estas promesas, deberíamos limpiarnos nosotros mismos de toda profanación de la carne y el espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (II Corintios 6:14-18; 7:1).

          Hermanos, debemos ser fieles, porque hemos sido llamados a la vida eterna, a ser parte de la Familia de Dios—a convertirnos en seres espirituales inmortales al regreso de Jesucristo a través de la primera resurrección. Recuerde siempre—Cristo nos ama: ¡murió por nosotros! ¡El Padre nos ama—y responde nuestras oraciones! Debemos orar directamente a Dios el Padre, como dijo Jesús: “[P]edirán en Mi nombre; y no les digo que rogaré al Padre por ustedes, porque el Padre mismo los ama, porque ustedes Me han amado, y han creído que salí de Dios” (Juan 16:26-27).

          Note cómo el apóstol Juan enfatizó el extraordinario amor que Dios tiene hacia nosotros: “¡He aquí! ¡Qué glorioso amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios! Por esta misma razón, el mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Amados, ahora somos los hijos de Dios, y no ha sido revelado aun lo que seremos; pero sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos como Él, porque lo veremos exactamente como Él es. Y todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica a sí mismo, incluso como Él es puro” (I Juan 3:1-3).

          Todo esto se debe al amor de Dios—Su amor por nosotros primero—como también escribió Juan: “Porque Dios amó tanto al mundo, que dio Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea en Él no pueda perecer, sino pueda tener vida eterna” (Juan 3:16).

          Para recibir la vida eterna, debemos ir a Dios en Sus términos. No vamos a Dios en nuestros términos. Cuanto más vivimos con el Espíritu de Dios dentro de nosotros, emparejado con oración diaria contínua y el de la Palabra de Dios, crecemos en el amor de Dios y crecemos en nuestra comprensión de la profundidad del amor de Dios por nosotros.

          Juan entendió esto más que los otros apóstoles porque él era a quien Jesús amaba especialmente. Es por eso que su Evangelio y sus Epístolas nos enseñan más sobre el amor de Dios que cualquier otro libro de la Biblia. Además de explicar con más detalle el amor de Dios por nosotros, Juan escribe: “En esta manera el amor de Dios fue manifestado hacia nosotros: que Dios envió Su único Hijo engendrado al mundo, para que pudiéramos vivir a través de Él. En este acto está el amor—no que nosotros amamos a Dios; sino, que Él nos amó y envió a Su Hijo para ser la propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos amó tanto, nosotros también estamos obligados a amarnos unos a otros. Nadie ha visto a Dios en ningún momento. Aun así, si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros, y Su propio amor es perfeccionado en nosotros. Por este estándar sabemos que estamos viviendo en Él, y Él está viviendo en nosotros: por Su propio Espíritu, el cual nos ha dado.Y hemos conocido y hemos creído el amor que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor, y aquel que vive en amor está viviendo en Dios, y Dios en él”. (Podemos mostrar nuestro amor por los hermanos en otras iglesias de Dios dándoles una copia de La Santa Biblia en Su orden original).

          Continuando, “Por esta relación espiritual, el amor de Dios es perfeccionado dentro de nosotros, para que podamos tener confianza en el día de juicio porque incluso como Él es, así también somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor de Dios; sino, el amor perfecto echa fuera el temor porque el temor tiene tormento. Y aquel que teme no ha sido perfeccionado en el amor de Dios. Nosotros lo amamos porque Él nos amó primero (I Juan 4:9-13, 16-19).

          Como sabemos, el amor de Dios es más que una emoción, aunque la emoción esté involucrada. A través del Espíritu Santo, nuestro amor a Dios es dinámico, activo y produce frutos. El amor de Dios se está perfeccionando en nosotros porque vivimos Su forma de vida. Jesús dijo: “Si Me aman, guarden los mandamientos—a saber, Mis mandamientos” (Juan 14:15).

          Juan confirmó esto cuando escribió: “Por este estándar sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos. Porque este es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos; y Sus mandamientos no son pesados” (I Juan 5:2-3).

          Engañadores se infiltraron en las iglesias de Dios con falsas doctrinas y enseñanzas del anticristo en la época de Juan, por lo que sus escritos son clave para restaurar el cristianismo original. En la breve epístola de II Juan, encontramos verificación de que el amor de Dios, el cumplimiento de los mandamientos y la verdad van de la mano y son claves espirituales vitales para nosotros hoy.

          Por eso tenemos que estar profundamente arraigados en la Palabra de Dios y en el amor de Dios. Note lo que Juan escribió: “Me alegro sobremanera de que he encontrado entre sus hijos aquellos que están caminando en verdad, exactamente como recibimos mandamiento del Padre. Y ahora le ruego, señora, no como si le estuviera escribiendo un nuevo mandamiento, sino eso que hemos observado desde el principio, que nos amemos unos a otros [cristianismo original].

          “Y este es el amor de Dios: que caminemos de acuerdo a Sus mandamientos. Este es el mandamiento, exactamente como lo oyeron desde el principio, para que pudieran caminar en el [cristianismo original]. Porque muchos engañadores han entrado en el mundo—aquellos que no confiesan que Jesucristo está viniendo en la carne. Este es el espíritu del engañador y el anticristo.

          “Cuídense por sí mismos para que no podamos perder las cosas que hemos logrado, sino que podamos recibir una recompensa completa.  Cualquiera que transgrede y no continúa en la doctrina de Cristo no tiene a Dios. Pero aquel que continúa en la doctrina de Cristo tiene a ambos, al Padre y al Hijo [cristianismo original]” (II Juan 4-9).

          Los mensajes de Juan abarcan todo lo que Dios quiere que creamos y hagamos. Por otro lado, el cristianismo ortodoxo de este mundo, bajo el engaño de Satanás el diablo y el espíritu del anticristo, no tiene al Padre ni al Hijo. Su mezcla de verdad y error y su rechazo del Sábado y los Días santos de Dios, junto con un falso amor de Dios, son un duplicado exacto de lo que Juan y los hermanos estaban experimentando durante su tiempo.

          Una vez que comprendamos la simplicidad de esto—el amor de Dios, guardar los mandamientos, guardar el Sábado y los Días santos—podremos comprender la verdad de Dios. Podemos estar restaurando el cristianismo original en nuestras vidas.

          A través del sacrificio de Jesucristo, Dios el Padre nos ha reconciliado CON SÍ MISMO PERSONALMENTE. Pablo escribe: “Y todas las cosas son de Dios, Quien nos ha reconciliado para Sí mismo a través de Jesucristo, y nos ha dado el ministerio de reconciliación” (II Corintios 5:18). Esto nos da acceso directo a Dios Padre, con Su Espíritu Santo dentro de nosotros, a través de la oración personal y el estudio de la Biblia: “Y para poder reconciliar ambos [judíos y gentiles] a Dios en un cuerpo a través de la cruz, habiendo matado la enemistad [de las religiones humanas y de la naturaleza humana] en ella. Entonces cuando vino Él, predicó el evangelio—paz a ustedes quienes estaban lejos y a aquellos que estaban cerca. Porque a través de Él tenemos ambos acceso directo por un Espíritu al Padre” (Efesios 2:16-18).

          El engaño universal de Satanás: Por otro lado, Satanás el diablo está engañando activamente al mundo entero en casi todos los aspectos de la vida: cada institución, todo gobierno y todas las religiones. Esto es especialmente evidente en todas las fiestas paganas (Apocalipsis 12:9). Los cristianos nominales están haciendo todo lo que Dios dice que odia (Isaías 1:14; Amós 5:21-26). A los protestantes y católicos, Dios les dice: “Me has hecho servir con tus pecados; Me has cansado con tus iniquidades” (Isaías 43:24).

          En los últimos días de los apóstoles, la Iglesia estaba siendo sumergida en falsas enseñanzas y en un “universo de engaño” (I Juan 4:6). Estamos experimentando lo mismo hoy, pero en una escala mucho mayor porque el “misterio de ilegalidad” se está desarrollando plenamente en todo el mundo. Dios llama a todo este sistema religioso/gubernamental “BABILONIA LA GRANDE” (Apocalipsis 17:5).

          Hoy en día, esta “Babilonia la Grande” es aún más intensiva, más opresiva y más invasiva debido a los medios de comunicación modernos, el internet y la tecnología—que literalmente afectan a todas las naciones y pueblos. En el momento del juicio final de Dios, “Babilonia la Grande” abarcará al mundo entero. Juan lo describe de esta manera: “Y después de estas cosas vi un ángel descendiendo del cielo, teniendo gran autoridad; y la tierra fue iluminada con su gloria. Y gritó poderosamente con una gran voz, diciendo, “Babilonia la Grande esta caída, esta caída, y se ha convertido en habitación de demonios, y una prisión de todo espíritu impuro, y una prisión de toda ave impura y odiada; porque TODAS LAS NACIONES se han emborrachado del vino de la furia de su fornicación, y los reyes de la tierra han cometido fornicación con ella, y los comerciantes de la tierra se han vuelto ricos a través del poder de su lujo.”

          “Y escuché otra voz desde el cielo, diciendo, “Sal de ella, pueblo Mío, para que no tengas parte en sus pecados, y no recibas de sus plagas, porque sus pecados han llegado tan lejos como el cielo, y Dios ha recordado sus iniquidades. Háganle a ella como ella les ha hecho a ustedes; y denle el doble, incluso de acuerdo a sus obras. En la copa que ella mezcló, devuélvanle el doble. Al grado que ella se glorificó a sí misma y vivió lujosamente, denle tanto tormento y pena. Porque dice en su corazón, ‘Me siento una reina entronada, y no soy viuda; y en ninguna forma experimentaré pena.’ Por esta misma razón, sus plagas vendrán en un día—muerte y dolor y hambre; y será quemada con fuego; porque el Señor Dios, Quien ejecuta juicio sobre ella, es poderoso. Entonces los reyes de la tierra quienes han cometido fornicación con ella y han vivido lujosamente, llorarán y lamentarán por ella, cuando vean el humo de su quema” (Apocalipsis 18:1-9).

          Así es como debemos predicar el Evangelio del Reino de Dios. Debemos salir de “Babilonia la Grande”—¡las costumbres satánicas de este mundo! ¡Arrepentirnos! ¡Volver a Dios! ¡Jesucristo pronto regresará a esta tierra! ¡El Reino de Dios está cerca!

          Hermanos, debemos acercarnos a Dios en oración sincera y en el estudio diario de las Escrituras—de modo que podemos crecer en gracia y conocimiento y siempre estar venciendo. Damos gracias a Dios Padre y a Jesucristo diariamente por Su bondad y misericordia. Les damos gracias por su continuo amor y fidelidad a Dios y a los demás. Les damos gracias por sus oraciones por nosotros y por todos los hermanos, y por su fidelidad con los diezmos y ofrendas. Oramos para que Dios continúe bendiciéndolos, velando por ustedes y protegiéndolos con Sus ángeles. Continuamos orando por ustedes, por su salud, su sanidad y para que el amor y la gracia de Dios estén con ustedes en toda circunstancia.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

Fred R. Coulter

 

FRC